martes, 1 de enero de 2013

Capitulo 14

¡Hola truibutillos! ¿Qué  tal os fue la noche vieja?  ¿Os atragantasteis con las Uvas? Espero que pasaseis una feliz noche y una feliz entrada de año, en e 2013. ¿Qué rápido pasa el tiempo no?
Hoy os he traido un nuevo capitulo y es largo, bonito, creo yo así que bueno espero que le disfruteis. Y como digo siempre: DISFRUTAD DEL CAPITULO.
PSD: FELIZ FELIZ 2013 Y QUE LA SUERTE ESTE SIEMPRE DE VUESTRA PARTE.
El jardín es grandísimo, más de lo que una persona puede esperar dentro de un edificio. Tiene preciosas flores, rosas, amapolas, dientes de león, claveles… un gran césped que producía un maravilloso olor a hierba recién cortada. Este olor me hace sentir bien, a gusto, como en casa. Aunque yo me haya criado en el capitolio y no haya visto ni andado nunca por los verdes prados y bosques. Grandes árboles que hacen de este sitio un lugar maravilloso para reflexionar y evadirse de todo. También hay una fuente en el centro de este jardín, es una diosa griega de la antigüedad, creo que la llamaban Atenea. De su vara cae el agua y da otro toque de relajación más a este ambiente. Desde luego este sitio es precioso y relajante, el capitolio puede tener todas las comodidades y avances posibles pero le falta, un sitio en el cual cada persona pueda sentirse ella, en el cual la única ley sea la del silencio y la reflexión, sin duda un lugar para pensar. Y allí sentado junto la fuente estaba Peeta, en un banco blanco con toques florales también en blanco.
-Hola Effie- Parece triste, alicaído, demasiados pensamientos deben de estar pasando ahora mismo por esa cabecita.
-Buenas noches querido Peeta- Lo digo con un tono alegre, hoy no ha sido un mal día pero bueno. –¿No deberías estar y en tu cuarto descansado?
-Si, debería…
-¿Entonces por qué no lo haces?
-Demasiados pensamientos Effie, demasiados…- se le ve triste muy triste.
-¿Y se puede saber que pensamientos son esos que no dejan descansar a un vencedor?
-¡OH! Effie, no finjas, sabes que yo no sobreviviré, teniendo a los profesionales, a Thresh y Katniss con esas notas.
-Querido, si ya vas con esa opinión y esas esperanzas no creo que consigas mucho.
-Pero es que es la verdad, no regresaré a casa, mi madre no tiene fe en mi y si ni mis familiares me consideran un vencedor, ¡¿Cómo narices que lo piense yo?! Además, yo no puedo volver. 
-Peeta…-Se me corta la voz ante aquellas palabras, pero respiro un poco de aire y decido seguir.
-No, no hace falta que sientas lástima por mi, se que aquí todos me la tenéis.
-No Peeta, para mi Katniss y tu sois vencedores, los dos, muera quien muera de los dos, los dos lo sois para mí.
-Gracias Effie- me dedica una triste sonrisa y se levanta del banco. –Creo que es hora de que me vaya a dormir.
-No espera Peeta, todavía no he terminad…- Y antes de que pueda terminar la frase ya ha desaparecido por esa puerta de cristal que separa el interior del centro de entrenamiento con este jardín.
Me quedo 10 minutos o tal vez 20 minutos más. Reflexiono sobre lo que fui, lo que soy y lo que seré. Fui una niña que creció prácticamente sin el cariño y la presencia de sus padres, porque estos estaban trabajando para darme de comer y poder pagar el colegio de su única hija. Me crié con mi abuela Katherine. Cuando ella murió, yo tenía 12 años, fue una perdida muy grande desde entonces yo pasaba los días sola en casa a la espera de que mis padres llegasen, tenía amigas, sí, pero no siempre estaba con ellas y cuando no lo estaba, estaba sola, realmente sola. Soy una mujer del capitolio, con esperanzas de éxito, riquezas y reconocimiento. Con expectativas de muchas cosas pero realmente con ninguna esperanza. Y respecto a lo que seré, bueno no lo tengo claro, es complicado. Planeo mis días, mis horarios pero, voy realmente sin rumbo fijo.
Decido ir a mi cuarto, me meto a la cama, es cómoda, está hecha de látex probablemente. Me sumerjo dentro de todas esas sabanas y me quedo dormida.
-RIIIIINGGG, RIIIING…
Suena ya ese maldito despertador, estoy cansada, más somnolienta de lo normal, se nota que ayer dormí poco y mal. Me visto, me peino y calzo.
Hoy decido no ir a buscar a Katniss, creo que es puntual y que no tiene porque tiene que ser buscada para ir al desayuno.
Cuando llego están Peeta y Haymich ya sentados en la mesa con sus respectivos desayunos hablando, supongo que se trata del ¨entrenamiento¨ de hoy.
-Bueno Peeta, prefieres sesiones comunes o prefieres que hoy te entrenemos solo- Comienza a hablar Haymich.
-Prefiero entrenar solo, las entrevistas es algo que, bueno, prefiero entrenarlas solo.
-De acuerdo, cuando llegue Katniss se lo notificaremos. ¿Y tu de todo esto que opinas Effie?
-Creo que está bien que se preparen separados ya que, no van a estar juntos en escenario, en ese momento deben de ser lo que mejor se les da y no ser, bueno, creo que me entendéis.
-Si, si, si- Dicen los dos al unísono.
Al cabo de un rato entra Katniss, parece que se a levantado de buen humor pero con esta chica nunca se sabe.
Coge un plato y se sienta a desayunar junto con nosotros.
-Bueno, ¿Qué está pasando? Hoy nos preparareis para las entrevistas ¿no?
-Si- Responde Haymich
-No tenéis que esperar a que acabe, puedo hacer las dos cosas a la vez.- Dice Katniss con tono impaciente.
-Bueno… Ha habido un cambio en vuestro enfoque.- Responde Haymich. Este hombre no se anda con tonterías, no.
-¿Cuál?- Responde sorprendida.
-Peeta, me ha pedido que os entrene por separado- Haymich se encoge de hombros y nos mira.
Por la cara de Katniss, esto debe de haberla pillado por sorpresa, no se lo debía de esperar. Más tarde se puede apreciar rabia en su rostro, como rencor hacía él. Al cabo de un rato decide hablar.
-Bien, ¿y cual es el horario?
-Cada uno tendrá cuatro horas con Effie, para la presentación y otras cuatro conmigo, para el contenido. Katniss, tu empiezas con Effie.
Genial, pienso, no me desagrada la compañía de Katniss, es más creo que me gusta pero cuando tiene ese humor no hay quien la soporte. Va a ser una mañana bastante larga, lo presiento.
Nos dirigimos a su cuarto y procedo a ponerla vestidos largos. La saco unos tacones altos, los más altos que encuentro, porque si aprende a andar con estos  los demás serán pan comido.
Cuando empieza a andar, con el vestido, los tacones y demás que la he puesto. Parece un pato, me empiezo a reír y ella frunce el ceño.
-¡Effie, a mi no me hace gracia!
-Lo se, lo se querida. Mira fíjate en como ando yo, es sencillo.
Tacón, punta, tacón, punta… Se lo voy diciendo mientras doy un mini desfile por la habitación.
Ella empieza ha hablar y va diciendo, tacón, punta, tacón, punta… Sonrío, me parece muy cómico ver como anda tambaleándose, es como si eso fuese lo más inestable del mundo.
Al cabo de un tiempo, parece que los a dominado un poco y pasamos a la postura y la forma de sentarse.
Nos levantamos y nos sentamos en la silla como unas cincuenta veces hasta que ella lo consigue dominar más o menos, la postura se la he corregido, porque tiene tendencia a agachar la cabeza y no debe de hacer eso.
Miro al reloj y veo que ya han pasado las cuatro horas.
-Bueno, he hecho lo que he podido- Suspiro y digo –Katniss: recuerda que debes de conseguir gustarle al público.
-¿Crees que no les gustare?
-No si les miras con esa cara, ¿Por qué no te lo reservas para la arena?
-¡Están apostando cuanto tiempo duraré viva! ¡Ellos no son mis amigos!
- ¡Pues fíngelo!
Después de esto, Katniss sale por la perta y en cuanto a salido, me dejo caer sobre una silla espatarrada, nunca pensé que la postura, modales y tacones pudieran agotarme de esta manera.
Nos dirigimos al comedor, ya están sentados Peeta y Haymich, parecen de mejor humor, les habrá ido mejor que a nosotras, supongo. Cuando la comida termina me dirijo con Peeta a su habitación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario